Lo primero que hay que saber, es que realmente se puede hacer una gran diferencia al estimular la mente de nuestros pequeños. Tan solo con hablar, jugar, cantar con ellos, leerles y nutrirlos con alimentos saludables, logramos que desarrollen muchas habilidades desde temprana edad. Los niños nacen listos para aprender, es por ello que todo depende de los padres, miembros de la familia y otros cuidadores, como lo son sus primeros maestros para desarrollar las habilidades correctas y llegar a ser independientes y llevar vidas exitosas. Las experiencias que el niño vaya teniendo con otras personas y el mundo a lo largo de su vida, influye mucho en como el cerebro se va ir nutriendo. Los niños crecerán y aprenderán mejor en un ambiente seguro donde estén libres del estrés extremo o crónico, y con abundantes oportunidades de jugar o explorar.
El cuidado y desarrollo de un cerebro sano puede comenzar incluso antes del embarazo. Por ejemplo, llevar una dieta saludable y con nutrientes correctos, como suficiente ácido fólico, promoverán un sistema nervioso sano en el bebé que está por crecer. A continuación, te compartiremos 8 maneras para estimular la mente de los pequeños correctamente.
1. Practicar un instrumento
Muchos estudios demuestran que practicar un instrumento musical, potencia la inteligencia de los niños. Tocar un instrumento musical activa prácticamente todo el cerebro, en especial las cortezas visuales, auditivas y motrices. Y como con cualquier otro ejercicio, la práctica disciplinada y estructurada de la música fortalece las funciones cerebrales, permitiéndonos aplicar esa fuerza a otras actividades.
2. Hacer deporte
Un estudio realizado por el Instituto Universitario de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, en España, asegura que los beneficios que el deporte tiene con el cuerpo, también favorecen a la mente de los niños. Otro estudio realizado por un portal de neurología, afirma que los niños que practican deporte con regularidad, tienen mejores capacidades cognitivas a diferencia de los que no lo practican.
3. Lee con ellos
Ayúdale a desarrollar sus habilidades lectoras leyendo junto a ellos. Enséñale y guíalo durante toda la lectura, sin que vea o interprete los dibujos. Que sepa leer desde una edad temprana y que sienta gusto por esta actividad, ayudará a mejorar su comprensión de textos, mejora la gramática, el vocabulario y la escritura.
4. Descansar lo suficiente
Es muy importante que los niños duerman las horas necesarias para que puedan recuperar sus energías. Muéstrale un horario en donde sepa a qué hora deberá ir a la cama para que se acostumbre a hacerlo todos los días. Un niño que no duerma lo suficiente, amanecerá sin ganas de aprender y no querrá realizar ninguna actividad durante todo el día.
5. Aprender, jugar y explorar
Las experiencias que un niño vaya teniendo en su vida, nutrirán su cerebro. Ellos están dispuestos a aprender de todo lo que les rodea, por eso debemos de tener mucho cuidado con lo que les enseñamos, observan de nosotros o jugamos con ellos. Los padres serán su mayor referente siempre. Jugar en familia o hacer experimentos, ayudará a que comprenda procesos complejos, lo que generan curiosidad por lo desconocido y entusiasmo para enfrentarse a un problema. Además, impulsa el trabajo en equipo y la organización grupal.
6. Los premios son buenos, pero en el momento indicado
No es posible educar solo a base de premios, ya que estos también encierran cierta dosis de riesgo, sobre todo si no sabemos cuándo es el momento adecuado para dar dichas recompensas o si acostumbramos al niño a moverse solo porque sabe que después le espera un regalo. Premiar es mejor que castigar, pero se debe hacer con mesura porque las recompensas son un arma de doble filo. En primer lugar debemos buscar las recompensas adecuadas, para luego premiarlo por alguna buena conducta o haber hecho una actividad y explicarles el por qué lo están recibiendo. Es muy importante hacerles saber que los premios no siempre tendrán valor monetario.
7. Felicidad constante
Como padres, debemos asegurarnos en todo momento que nuestros hijos se encuentren bien y felices. Apoyarlos cuando no se sientan con mucho ánimo para realizar sus actividades o tengan algún tipo de problema. Es muy importante que sientan la confianza suficiente para que comuniquen lo que piensan. Un niño feliz, es capaz de realizar cualquiera de sus actividades sin inconvenientes, con ganas de dar lo mejor. Así mismo, es muy importante que los pequeños sepan reconocer y diferenciar las emociones.
8. Cree en ellos
La confianza que desarrollen con ellos mismos es fundamental para el resto de su vida, y esto se logra a base de que la familia crea en ellos. En saber apoyarlos en todo momento, haciéndoles saber que pueden contar ciegamente en sus padres o hermanos. Si tienen muchos sueños, hay que ayudarlos y aconsejarles a que no los abandonen por ningún motivo y que hay que esforzarse hasta cumplirlos. Si observamos alguna baja de autoestima, debemos tratar y solucionar de inmediato este tema junto a ellos, ya que, sino prestamos atención a este punto, los niños se convierten muy críticos y duros consigo mismos.
Estimular la mente de los niños, dará como resultado un sinfín de beneficios para su desarrollo y aprendizaje que marcarán su personalidad, comportamiento, actitudes y aptitudes en la vida futura y, sobre todo, favorecerá al vínculo de los padres con sus hijos.