El autismo o trastorno del espectro autista es una afección relacionada con el desarrollo del cerebro, que se caracteriza por afectar a la socialización, la comunicación, la imaginación y la conducta de la persona, entre otras cosas. La manifestación de dicho trastorno varía mucho en grado y en función de cada individuo, como su grado de severidad. Los casos más graves se caracterizan por una completa ausencia del habla de por vida y comportamientos inusuales, autodañinos y agresivos. Este comportamiento puede persistir durante mucho tiempo y es muy difícil de cambiar, lo cual se convierte en un reto enorme para quienes deben tratar o educar a niños y adultos. Las formas más leves de autismo pueden ser casi imperceptibles y suelen confundirse con la timidez o la falta de atención, es por eso que queremos ayudar a los padres de familia a tratar de identificar algunos síntomas o características del autismo. Puedes compartir esta información a quien creas necesario.
Un niño con un TEA (Trastorno del espectro autista) puede presentar las siguientes características:
Destrezas sociales
Los problemas sociales son uno de los síntomas más comunes de todos los tipos de TEA. Los problemas sociales de las personas con un TEA no son simplemente “dificultades” sociales, como ser tímidos. Son dificultades que pueden generar diversos problemas graves en su vida cotidiana.
Algunos ejemplos de los problemas sociales relacionados con los TEA son los siguientes:
- No responder al nombre para cuando tienen 1 año de edad.
- Evitar el contacto visual.
- Preferir jugar solos.
- No compartir intereses con los demás.
- Interactuar únicamente para llegar a una meta deseada.
- Tener expresiones faciales apáticas o inadecuadas.
- No comprender los límites del espacio personal.
- Evitar o resistirse al contacto físico.
- No sentir el consuelo que le dan otras personas cuando están angustiados.
- Tener dificultades para comprender los sentimientos de otras personas y para hablar de sus propios sentimientos.
Las personas que tienen TEA, pueden tener ciertos problemas al demostrar afecto o para hablar de cosas personales. Suelen ser muy sensibles al tacto y, posiblemente, no quieran que se las abrace. Los comportamientos autoestimulantes (como aletear con los brazos) son habituales en las personas con TEA. Todos estos síntomas pueden hacer que los otros problemas sociales sean aún más complejos de manejar.
Comunicación
Las personas con TEA, tienen diferentes destrezas de comunicación. Algunas pueden hablar bien y otras no pueden hablar en absoluto o hablan muy poco. Según diversos estudios, cerca del 40% de los niños con un TEA no hablan nada. Entre el 25% y el 30% de los niños con TEA dicen algunas palabras entre los 12 y 18 meses de edad y después dejan de hacerlo.
Algunos ejemplos de problemas de comunicación relacionados con los TEA incluyen los siguientes:
- Presentar un retraso en diferentes destrezas del habla y el lenguaje.
- Repetir palabras o frases una y otra vez.
- Invertir los pronombres (como por ejemplo, decir “tú” en lugar de “yo”).
- Dar respuestas no relacionadas con las preguntas que se les hace.
- Usar pocos o ningún gesto (Ejemplo: No decir adiós con la mano).
- Hablar con un tono monótono, robótico o cantado.
- No jugar juegos de simulación (Ejemplo: No jugar “a darle de comer” al muñeco).
- No comprender los chistes, el sarcasmo ni las bromas.
Intereses y comportamientos poco habituales
Muchas personas con TEA tienen intereses o comportamientos poco habituales. Estos pueden ser:
- Formar líneas con juguetes u otros objetos.
- Jugar con los juguetes de la misma forma todas las veces.
- Ser demasido organizados.
- Irritarse con los cambios pequeños.
- Tener intereses obsesivos.
- Aletear las manos, mecerse o girar en círculos.
Otros síntomas que pueden presentar niños con TEA, son:
- Hiperactividad (exceso de actividad).
- Impulsividad (actuar sin pensar).
- Corta capacidad de concentración.
- Agresión.
- Autolesionarse.
- Hábitos de alimentación y sueño poco habituales.
- Estado de ánimo o reacciones emocionales poco habituales.
- Falta de miedo o más miedo de lo esperado.
- Reacciones poco habituales al sonido, el olor, el gusto, el aspecto o el tacto de las cosas.
Los niños con TEA pueden demostrar un retraso en las destrezas del lenguaje, sociales y del aprendizaje, mientras que sus destrezas para caminar sean prácticamente iguales a las de otros niños de su edad. Es posible que sean muy buenos para armar rompecabezas o resolver problemas matemáticos u de otras áreas, pero pueden presentar dificultades con actividades sociales tales como hablar o hacer amigos.
Debemos tener claro que los niños con TEA se desarrollan a su propio ritmo, de modo que puede ser difícil predecir exactamente en qué momento aprenderán una destreza en particular. Pero existen indicadores específicos para cada edad que se utilizan para medir el progreso social y emocional de un niño durante los primeros años de vida. Si algún padre de familia nota una de todas las características mencionadas en su pequeño, debe acercarse o buscar ayuda profesional para poder tratar de forma adecuada los trastornos del espectro autista.